martes, 21 de junio de 2016

TERMINA EL CURSO: "CUANDO REGRESES A ÍTACA, PIDE QUE TU VIAJE SEA LARGO"


Termina el curso y el IES Zoco se sumerge en el silencio. Los pasillos desiertos, las aulas vacías con las sillas sobre las mesas, así como la ausencia de gritos, risas, voces de chicos y chicas que conforman el día a día del curso escolar indican que comienza el descanso vacacional. Algunos volverán en septiembre, mientras otros ya acabaron su etapa en nuestro centro. Tras el verano volverá el bullicio, el olor a cuadernos nuevos, la expectación ante el nuevo curso. 

Para todos aquellos alumnos y alumnas que se marchan del Zoco me gustaría dedicar esta adaptación gráfica del poema más famosos del griego Kostantinos Kavafis realizada por Zen Pencils y traducida poe el sitio elguindilla.com .

En la tradición clásica es bien conocida la historia de Ulises (Odiseo) que tras 10 años en la guerra de Troya, emprendió el viaje a Ítaca, su isla natal de la que además era rey. Este motivo, por sí solo, ha sido tomado como una de las grandes metáforas sobre el regreso, la fidelidad, el reencuentro con el pasado y otras situaciones afines que están relacionadas con la angustia que puede provocar la combinación de saberse sujeto del tiempo (esto es, que el tiempo transcurre a pesar nuestro) y también de las circunstancias, es decir, que hay hechos que pasan aunque nosotros no lo queramos. Y sin embargo… algo en nuestra existencia nos lleva a creer que podemos sobreponernos a ambos, al tiempo y las circunstancias, y que si bien nunca existe un regreso exacto, no es posible regresar como éramos cuando nos fuimos, quizá, a pesar de todo, podemos reanudar, volver a unir lo que en cierto momento se interrumpió.

Uno de los mejores intérpretes de este motivo fue el poeta de origen griego Constantino Cavafis, uno de cuyos textos más conocidos (o quizá el más) se llama “Ítaca” pues Cavafis retoma el regreso de Ulises sin añadirle nada extraordinario pero sí viéndolo de otra manera, desde otro ángulo, uno que nos sugiere que quizá la “odisea” de Ulises no sólo fue necesaria sino incluso enriquecedora. Que quizá, en efecto, pasar 10 años lejos del hogar y después vivir una y mil peripecias y contratiempos al volver tiene algo de ironía, de broma divina, pero también de regocijo inesperado por todo lo vivido. Una expresión sin duda inconmensurable pero aun así aprehensible para quien sabe bien qué es vivir, experimentar, existir.

La vida, nuestra propia vida, es en sí misma un viaje a Ítaca, quizá no en el sentido de un regreso (¿o sí?) pero sí en el matiz que le otorga Cavafis: es un viaje arduo, difícil, extendido. Y por eso a esta luz podemos darle la razón al poeta y, con él, pedir que la travesía sea larga, llena de aventuras y experiencias.

Y ahora ya lo sabes: cuando regreses a Ítaca, pide que tu viaje sea largo.

     



(Parte del contenido y las imágenes han sido extraídas de pijamasurf)

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